Con inmensa alegría la familia salesiana vivió la presencia de Madre Yvonne en Uruguay y la celebración del Día Mundial de la Gratitud. Que este hecho que ha movido nuestros corazones y dejado huellas imborrables, sea el inicio de un cambio que nos acerque más a Dios. Seamos luz y ejemplo; seamos buenos cristianos y honrados ciudadanos; seamos merecedores del amor y las paz que nos regaló Madre Yvonne.
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