A un poco más de una semana del retiro, compartimos que el haber dedicado una tarde para prepararnos a la primera comunión de nuestros hijos, "era lo que necesitamos" como dijo una mamá.
El sentir que Jesús nos hablaba como a los dos discípulos de Emaús y que nos invitaba a revisar el camino de nuestra vida nos ayudó a valorar la fe y la oración. Como en Emaús, nos sentaremos a la mesa y con nuestros hijos, arderán nuestros corazones cuando Jesús PARTA el PAN para TODOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario